La introducción de la cultura occidental en América del Sur por parte de los españoles y en América del Norte por otros grupos presenta notables diferencias en sus motivaciones, actitudes y consecuencias. Estos dos procesos históricos, liderados respectivamente por expediciones como la de Pedro de Mendoza en el sur y la colonización de Nueva Ámsterdam en el norte, evidencian aspectos contrastantes en la forma en que los colonizadores abordaron la conquista y asentamiento en el Nuevo Mundo.

En el caso de América del Sur, la expedición liderada por Pedro de Mendoza en 1536 estuvo marcada por una serie de desafíos y conflictos. Mendoza, un hombre con un pasado controvertido que incluía el saqueo de Roma y asesinato de su propio capitán, llegó con una tripulación que incluía delincuentes y personas marginadas. Esta expedición, lejos de ser impulsada por ideales nobles, estuvo motivada principalmente por la búsqueda de riquezas y poder. La fundación de la ciudad amurallada de Nuestra Señora Santa María del Buen Aire (actual Buenos Aires) fue un intento de establecer el control español en la región, pero debido a los conflictos internos y las hostilidades con los pueblos indígenas, la ciudad tuvo que ser refundada posteriormente.

En contraste, la llegada de grupos europeos a América del Norte, como la compra de la isla de Manhattan en 1626, estuvo caracterizada por la búsqueda de libertad religiosa y nuevas oportunidades. Colonias como Nueva Ámsterdam, fundada por los holandeses, buscaban establecer comunidades donde pudieran practicar su religión sin restricciones y prosperar económicamente. Aunque hubo conflictos con las poblaciones indígenas y disputas territoriales con otras potencias coloniales, la base de la colonización en América del Norte tenía una motivación más orientada hacia la libertad individual y la autonomía religiosa.

Ambos procesos de colonización dejaron huellas duraderas en las culturas de América del Sur y del Norte. En América del Sur, la influencia española se refleja en la lengua, la religión católica y diversos aspectos culturales arraigados en la herencia colonial. En América del Norte, la diversidad cultural y religiosa se convirtió en un rasgo distintivo, con influencias tanto de colonizadores europeos como de las poblaciones indígenas que resistieron y se adaptaron a los cambios.

En resumen, la introducción de la cultura occidental en América del Sur y América del Norte revela divergencias significativas en términos de motivaciones, actitudes y consecuencias. Mientras que la colonización en el sur estuvo marcada por la violencia, conflictos y la búsqueda de riquezas, la colonización en el norte tuvo una motivación más centrada en la libertad religiosa y la construcción de nuevas comunidades. Estas diferencias han influido en las trayectorias históricas y en la configuración cultural de ambas regiones hasta el día de hoy.

 b- Las banderas

La bandera Argentina sigue la linea de los españoles Borbones y de Carlos III

3- Las banderas

Felipe VII pintado por Francisco Goya

Hay muchas versiones acerca del origen de los colores de la bandera y la escarapela. Celeste y blanca era la cinta que usaba el rey de España cruzándole el pecho, los mismos colores tenían el escudo de la ciudad de Buenos Aires y las cintas repartidas el 25 de mayo. Después de la Revolución de Mayo, toda persona que quería demostrar que estaba a favor de la revolución se colocaba cintas celestes y blancas en algún lugar visible: las damas en el cabello, en los bordes de los rebozos, o en los abanicos; los hombres se las colocaban en los sombreros o en las solapas de los sacos.

Orden de Carlos III

La bandera norteamericana representa los estados unidos para luchar por su independencia.

El 14 de junio de 1777 el Segundo Congreso Continental aprobó la Resolución de la Bandera, determinando que "la bandera de los trece Estados Unidos sean trece barras rojas y blancas alternadas, que la unión sean trece estrellas blancas sobre campo azul, representando una nueva constelación.

c- Los padres de las patrias  San Martín y Washington

Es interesante comparar a San Martín y a Washington, dos figuras clave en la historia de Argentina y Estados Unidos respectivamente. Ambos fueron líderes militares y políticos que desempeñaron roles fundamentales en la independencia de sus respectivos países. Sin embargo, hay diferencias significativas en sus contextos históricos y en las circunstancias de sus vidas.

**1. Contexto histórico:**
- San Martín: Participó en las guerras de independencia de América del Sur, específicamente en Argentina, Chile y Perú, durante las primeras décadas del siglo XIX. Estas guerras fueron parte de un movimiento más amplio de emancipación de las colonias españolas en América Latina.
- Washington: Lideró la Revolución Americana contra el dominio británico a finales del siglo XVIII, estableciendo así los cimientos para la independencia de Estados Unidos. Su papel fue fundamental en la creación de la república estadounidense.

**2. Trayectoria militar y política:**
- San Martín: Fue un estratega militar brillante que desafió las convenciones militares de su época. Organizó la expedición libertadora que cruzó los Andes para liberar Chile y Perú, contribuyendo significativamente a la independencia de estos países.
- Washington: Se destacó como comandante en jefe del Ejército Continental durante la Revolución Americana, enfrentándose a grandes desafíos logísticos y estratégicos. Más tarde, se convirtió en el primer presidente de Estados Unidos, desempeñando un papel crucial en la consolidación del gobierno federal y en la redacción de la Constitución.

**3. Vida personal y familiar:**
- San Martín: Pasó la mayor parte de su vida adulta fuera de Argentina, sirviendo en el ejército español en Europa y posteriormente liderando campañas militares en América del Sur. Su vida personal estuvo marcada por sacrificios y dificultades, incluyendo la separación de su familia.
- Washington: Tuvo una vida familiar más estable, aunque también enfrentó desafíos personales y políticos. Se casó con Martha Washington y administró una extensa plantación en Virginia, lo que le otorgó una posición de prominencia en la sociedad colonial.

En resumen, tanto San Martín como Washington fueron figuras extraordinarias cuyas contribuciones fueron cruciales para la independencia de sus respectivos países. Aunque enfrentaron diferentes contextos históricos y desafíos personales, ambos dejaron un legado duradero en la historia de Argentina y Estados Unidos.

Mis disculpas por la confusión. En efecto, George Washington pasó la mayor parte de su vida en lo que hoy es Estados Unidos y fue una figura muy conocida y respetada en la sociedad de su época. Además de sus logros militares y políticos, también se dedicó a otras actividades, incluida la arquitectura.

Washington, además de su destacada carrera militar y política, también fue un exitoso agricultor y empresario. Además, tenía un interés en la arquitectura y la construcción. No solo supervisó la construcción de su residencia en Mount Vernon, sino que también estuvo involucrado en el diseño y la planificación de varios otros edificios y estructuras, incluido el Capitolio de los Estados Unidos en Washington D.C.

Esto demuestra que Washington no solo era un líder militar y político, sino también un hombre de diversos talentos e intereses, cuyo legado abarcó muchos aspectos de la sociedad y la cultura de Estados Unidos en su época.

2) 1890 a 1910